Andalucía, 18 de octubre de 2012. La Unión de Consumidores de Andalucía-UCA/UCE, tras conocer la noticia de la detención de un presunto pedófilo de Castilleja de Guzmán (Sevilla) por acosar a cerca de cincuenta menores utilizando una consola de videojuegos, quiere advertir a los padres, madres y tutores acerca del uso que hacen los menores de estos aparatos.
Según Europa Press, la herramienta utilizada para cometer los hechos –‘grooming’ en el argot policial– era una consola de videojuegos, aunque en otras ocasiones se valía también de las redes sociales y de un programa de telefonía a través de Internet.
Por todo ello, la Unión de Consumidores de Andalucía estima oportuno dar a conocer y lanzar a la opinión pública y especialmente a los más implicados en esta tarea de vigilar la seguridad de los menores, una serie de consejos para fomentar el uso seguro de Internet y las tecnologías de la información y la comunicación.
En lo que se refiere a Internet, es importante que padres y educadores les enseñen las aplicaciones más útiles y divertidas para que no utilicen la red sólo como un juego. Es también interesante que compartan con ellos el parte del tiempo de conexión e intercambien así puntos de vista y experiencias. Por otro lado, hay que prestar especial atención al aislamiento que pueden provocar las TIC por lo que es conveniente evitar tener la televisión, la videoconsola, el móvil y el ordenador en la habitación, que inviten a casa a amigos y programar los tiempos de su uso. Para ello se pueden utilizar alarmas de tiempo, relojes o mensajes en la pantalla del tipo “stop”, etc. También existen programas limitadores que bloquean el acceso a contenidos no recomendables.
En cuanto al teléfono móvil, hay que comprarlo en el momento adecuado y en función de la madurez de sus destinatarios. También es interesante negociar el gasto en función de su paga o trabajos extra que pueda hacer para fomentar el esfuerzo por parte del adolescente. El modelo de móvil debe procurar buscar un equilibrio entre las necesidades y las ilusiones del adolescente y se debe permitir su personalización (los menores buscan identificarse mediante el móvil) con ciertos límites (modelo, salvapantallas, melodía, juegos, etc.) tal y como hacemos, por ejemplo, en el uso del vestuario o sus diversas modas. También es importante negociar el tiempo que le dedican a hablar con los amigos, que el adolescente tenga muy claro dónde no puede usar el móvil (en clase, durante las comidas, en la horas previas a conciliar el sueño, etc.) y que el adulto actúe siempre como necesario y conveniente elemento de autoridad cuando se incumplen estos principios o normas de uso.
En lo que se refiere a las consolas de videojuegos, ésta debe estar ubicada en un lugar común de la casa y nunca en su habitación. Es importante que el juego on-line se realice en un lugar seguro para evitar que puedan ser acosados. En este sentido, también es útil invitar a los amigos del menor a jugar en casa. En lo que se refiere a la duración del juego, hay que analizar el tiempo que dedican al resto de actividades, establecer prioridades y lograr que exista equilibrio entre ellas. Las negociaciones y pactos deben hacerse antes del comienzo del juego: preguntar a qué hora tienen previsto terminar y lograr un compromiso. Hay que tener en cuenta las horas necesarias de descanso (no es lo mismo jugar por la tarde que por la noche) y es recomendable parar cinco minutos cada hora de juego para lo que se pueden usar alarmas.
En relación al tipo de juego, es recomendable conocer los gustos e intereses del menor e informarse de los contenidos de los videojuegos mediante el etiquetado y la información que acompaña los juegos en la caja (conocer el código PEGI). Los videojuegos deben adecuarse a la edad y hay que contar con la comprensión mutua y la colaboración del menor o adolescente: si se les prohíbe, se puede producir el efecto contrario y además, no se fomenta la cultura del respeto, del diálogo y de la negociación.