El acuerdo, fruto de la colaboración mutua y de la intención que tienen ambas partes de mejorar los servicios de abastecimiento y saneamiento de agua, traza los primeros los cauces y sus medios para iniciar una serie de actividades para formar tanto a los prestadores del servicio como al colectivo de los usuarios y establecer las vías de diálogo para la resolución de conflictos.
José Luis Contioso-Fleming, presidente de AESA, ha señalado que ambas organizaciones tienen proyectado llevar a cabo actividades que propicien la información mutua en materias que afecten al ámbito de los servicios del suministro de agua potable. “Elaborar estudios que mejoren los servicios de abastecimiento y saneamiento de agua, articular mecanismos de información mutua entre ambas entidades y la realizar congresos, mesas redondas y ponencias que reviertan positivamente en la calidad del servicio y la información de los usuarios”, destacó Contioso-Fleming.
Además, el convenio contempla la implantación de mediación amistosa entre las entidades prestatarias de los servicios de abastecimiento y saneamiento de agua en sus relaciones con los consumidores y usuarios para la resolución de conflictos.
Por su parte, el presidente de la Unión de Consumidores, Juan Moreno, señaló a la sequía como uno de los problemas más cercanos y graves para la ciudadanía. En palabras de Moreno, “la escasez de un recurso como el agua, esencial, limitado y de una distribución tan irregular en Andalucía, demanda un seguimiento y una acción permanente”. Por eso, la Unión de Consumidores de Andalucía viene apostando por el uso racional y sostenible del agua de consumo doméstico, “uno de los retos que la ciudadanía andaluza ha afrontado con mayor sensibilidad e implicación” y en el que la federación de consumidores seguirá trabajando a través de diversas campañas de información y concienciación.
Según Juan Moreno, “aunque un ser humano necesita dos litros diarios de agua para sobrevivir, en nuestra sociedad, el consumo de agua por persona puede suponer más de 1.000 litros diarios”. Esto se debe, entre otras razones, a que producir un kilo de papel supone el gasto de 250 litros de agua y uno de plástico, 2.000. El presidente de la Unión de Consumidores de Andalucía ofreció una serie consejos para fomentar el ahorro de un recurso tan escaso en nuestra comunidad autónoma.
– Adquirir griferías y sanitarios de bajo consumo, así como elementos para su eficiencia.
– Reparar los grifos que gotean. Una gota por segundo se convierte en 30 litros al día. El ahorro de agua, además, también se traduce en dinero en la factura.
– El 75% del agua empleada en el cuarto de baño es para el aseo personal. Reducir el tiempo de la ducha significa reducir el gasto de agua y energía.
– Adquirir las cisternas que tienen dos tipos de vaciado. También se puede optar por meter una botella llena de agua que ahorrará un litro cada vez que hagamos uso de la cisterna.
– No arrojar el aceite de cocinar al inodoro y llevarlo a los puntos de recogida especial. También se puede optar por echarlos a la basura después de empapar con ellos papeles de periódico.
– Utilizar detergentes sin fosfatos y con tensioactivos de origen vegetal.
– Comprar papel higiénico o servilletas de color blanco, y evitar el de colores o decorado con ingentes cantidades de sustancias químicas, muchas de ellas contaminantes, tanto para fabricarlo como para eliminarlo en las depuradoras. Lo más ecológico es el papel higiénico reciclado, de color gris suave.
– El retrete no es un cubo de basura por lo que no hay que arrojar elementos que distorsionen la depuración de las aguas.