Aumenta el número de casos de ITS

Andalucía, 15 de julio de 2012. En los últimos meses tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), que agrupa a la gran mayoría de los microbiólogos clínicos y especialistas en enfermedades infecciosas españoles, han alertado sobre un preocupante repunte en el número de  casos de infecciones de transmisión sexual.
    No obstante, no se trata –queremos pensar– de la constatación de una realidad reciente. Desde hace ya algunos años numerosos estudios y profesionales hablan de un rebrote de este tipo de enfermedades especialmente entre la población joven. A escala andaluza, por ejemplo, la propia Junta de Andalucía hacía públicos a principios de 2008 datos que mostraban ese crecimiento en la provincia de Sevilla: los casos de enfermedades de transmisión sexual habían crecido un 76% respecto al año anterior.
    Según la OMS, cada año aparecen unos 450 millones de casos de sífilis, gonococia, clamidias y tricomonas en todo el mundo. Y también es muy importante la infección por VIH (otros 2,7 millones anuales estima Onusida). En España, la sífilis es una de las enfermedades que más ha aumentado, duplicando su incidencia  en tan sólo 6 años, según datos del Instituto de Salud Carlos III.

    Las razones para el aumento de las ITS en los últimos 10 años, tanto en España como en el resto del mundo, según lo expertos, son variadas. Entre ellas se señalan los cambios en algunas conductas sociales, y se habla de que el incremento en el consumo de “drogas recreativas” y la pérdida del miedo al contagio aumentan las conductas de riesgo. Pero también se apunta hacia la generalización de los flujos migratorios y, sobre todo, a la escasa información sobre estas afecciones. Dichos aspectos han fomentado la aparición de infecciones de transmisión sexual como el linfogranuloma venéreo, o que se haya disparado el número de infecciones por el virus del herpes simple, especialmente entre las mujeres.

    En cualquier caso, lo que parece claro es que la mejor forma de evitar este tipo de enfermedades en personas sexualmente activas y con diferentes parejas sexuales es la protección mediante preservativos, la barrera más efectiva.