Almería, 15 de febrero de 2013. Los presidentes de la Unión de Consumidores de Almería y Andalucía, José Antonio Díaz y Juan Moreno, han presentado esta mañana en rueda de prensa una campaña informativa relativa a las personas usuarias de talleres de reparación de automóviles. Y es que, según estudios previos elaborados por la Unión de Consumidores de Andalucía (con datos de VEIASA), el 18% de los vehículos que circulaban por Andalucía en 2011, no había pasado la ITV. En este sentido, los ciclomotores son el grupo del parque móvil andaluz que más incumple la obligación de pasar la Inspección Técnica de Vehículos.
Preocupación por la seguridad de vehículos y conductores
La Unión de Consumidores de Andalucía UCA/UCE explica que en “esta coyuntura de crisis” crece “notablemente” la preocupación por el envejecimiento del parque móvil en Andalucía y por el crecimiento en el grado de incumplimiento de la obligación de pasar la Inspección Técnica de Vehículos. Que el 18 por ciento de los conductores andaluces no pasara la ITV en 2012 “es un dato preocupante para la entidad –apunta Juan Moreno, presidente de Unión de Consumidores–. Significa que casi un millón de vehículos han estado circulando en 2011 incumpliendo esta obligación. Una obligación para la que no existe pretexto de incumplimiento porque afortunadamente por parte de VEIASA se han hecho convenientemente los deberes”.
Unión de Consumidores advierte que muchos de los siniestros ocurridos en los desplazamientos por carretera tienen su origen en fallos mecánicos. “Si tomamos en consideración que los turismos tienen más de 10 años de media en Andalucía, dice muy mucho la necesidad de preservar esos elementos vinculados a la técnica y a la seguridad a la hora de subir a nuestra familia al coche para hacer un viaje a la playa”.
Deficiencias más comunes
El tipo de defecto más común en las inspecciones realizadas durante 2011 fue el del alumbrado y la señalización. Esta irregularidad alcanzó el 22,6 por ciento de todas las inspecciones realizadas.
Otros defectos detectados fueron los ejes, ruedas, neumáticos y/o suspensión con un 19,3%; los frenos un 15,7% y las emisiones de gases superaban los límites permitidos en un 10,7%.
Defectos graves son los que disminuyen las condiciones de seguridad del vehículo, ponen en riesgo a otros usuarios de las vías públicas o a la protección del medio ambiente. Inhabilitan al vehículo para circular por las vías públicas excepto para su traslado al taller, o en su caso, para la regularización de su situación y vuelta a la Estación ITV para nueva inspección en un plazo no superior a dos meses. La inspección técnica será calificada como desfavorable.
Los defectos muy graves son aquellos que constituyen un riesgo directo e inmediato para la seguridad vial, por lo que la inspección será calificada como negativa. En este supuesto, el eventual traslado del vehículo desde la Estación ITV hasta su destino se realizará por medios ajenos al propio vehículo.
Folletos explicativos
Este contexto ha empujado a la Unión de Consumidores de Andalucía a poner en marcha una campaña informativa subvencionada por la secretaría general de Consumo de la Junta de Andalucía. Así, ha editado un folleto que se distribuirá por toda Andalucía. En dicho folleto se informa sobre los diferentes tipos de talleres –y se recomienda no acudir a los llamados talleres “piratas” que no cumplen los requisitos legales– y se aborda en profundidad el presupuesto previo, un documento fundamental al que se tiene derecho y el que deben aparecer una serie de informaciones (número de identificación fiscal, domicilio del taller, datos de la persona usuaria, identificación del vehículo, reparaciones que hay que efectuar, elementos que cambiar o cualquier otra actividad con indicación del precio, fecha prevista de entrega, tiempo de validez del presupuesto, posibles gastos por la estancia del vehículo por días, etc.) cruciales para garantizar los derechos y legítimos intereses.
Además, los representantes de la Unión de Consumidores también incidieron en la importancia de otros documentos como el resguardo de depósito, la factura o la garantía. Asimismo, insistieron en que el taller debe tener a disposición de la persona consumidora la documentación acreditativa sobre el origen y precio de los repuestos utilizados e informarle. Una vez terminada la reparación, el taller debe entregar a la persona consumidora las piezas o conjuntos sustituidos salvo que ésta renuncie a los mismos por escrito.