ABUSIVA SUBIDA DE LAS TARIFAS ELÉCTRICAS.

 Sevilla, 27 de diciembre de 2010.Una vez más, la espiral de subidas en el sector enciende nuestra luz de alarma, unas subidas especialmente preocupantes en el contexto de crisis económica que padecen muchas familias. La última subida se extrae del precio alcanzado por la energía en el sistema de subasta establecido, una subasta que cierra unos precios entre las empresas que venden la electricidad y las que las comercializan. Y una vez más, la Unión de Consumidores de Andalucía quiere recordar que sigue pesando una importante sospecha sobre esta subasta, centrándose esta sospecha en el oscurantismo que la rodea, en la manipulación de la que pueden ser objeto y en su sometimiento a excesivos criterios o presiones políticas. Pues, cuando las eléctricas defienden ante el Gobierno unas subidas de la tarifa, presiona al ejecutivo con Gaine & robes de mariée colonne el consabido incremento de sus costes, reforzando sus argumentos con lo que denominan “déficit tarifario”. En este sentido, desde Unión de Consumidores no sólo vemos legitimada nuestra posición contraria a incrementos desmesurados, como el que ahora se presenta, para un suministro de carácter básico como este, sino que además nos vemos colmados de razones para poner año tras año en entredicho la engañifa del “déficit tarifario”.

     Al respecto, queremos una vez más recordar cómo la Comisión Nacional de la Energía ha sugerido que algunos de los costes eléctricos presentados por las empresas están hinchados y reclamaba como regulador una revisión en profundidad de las distintas partidas. Lamentablemente las eléctricas se siguen saliendo con la suya y sigue estando pendiente aquello que la CNE pidió, es decir, revisar las partidas de retribución de los costes de las actividades reguladas del sistema eléctrico, los relativos al transporte y distribución. Estos son en definitiva los costes que permiten a las eléctricas justificar ese desfase entre ingresos y costes, y dan amparo a esa argucia del déficit tarifario.

El incremento actual se suma a la subida del año pasado, en torno al 8% además del incremento del IVA del 16 a 18% que también se registraba. Lamentamos por tanto a este respecto la falta deRobes de bal control y sensibilidad por parte del ejecutivo, que ante la presión de las compañías suministradoras, está consintiendo y está justificando que arbitrariamente se eleve el precio de servicios y suministros de carácter básico sin sensibilizarse por la pérdida de valor adquisitivo de las familias.

La Unión de Consumidores reclama una vez más una profunda revisión sobre el mercado eléctrico en nuestro país y sobre los costes de la energía en general, una reflexión en la que debemos y queremos participar los legítimos representantes de los usuarios, que no entiende cómo su recibo crece constantemente para costear el fracaso de una política energética que simultáneamente prima el carbón, el fomento de las energías renovables y le paga las centrales nucleares a nuestros vecinos franceses, país del que compramos la electricidad de la que somos deficitarios.

ABUSIVA SUBIDA DE LAS TARIFAS ELÉCTRICAS.

 Sevilla, 27 de diciembre de 2010.Una vez más, la espiral de subidas en el sector enciende nuestra luz de alarma, unas subidas especialmente preocupantes en el contexto de crisis económica que padecen muchas familias. La última subida se extrae del precio alcanzado por la energía en el sistema de subasta establecido, una subasta que cierra unos precios entre las empresas que venden la electricidad y las que las comercializan. Y una vez más, la Unión de Consumidores de Andalucía quiere recordar que sigue pesando una importante sospecha sobre esta subasta, centrándose esta sospecha en el oscurantismo que la rodea, en la manipulación de la que pueden ser objeto y en su sometimiento a excesivos criterios o presiones políticas. Pues, cuando las eléctricas defienden ante el Gobierno unas subidas de la tarifa, presiona al ejecutivo con el consabido incremento de sus costes, reforzando sus argumentos con lo que denominan “déficit tarifario”. En este sentido, desde Unión de Consumidores no sólo vemos legitimada nuestra posición contraria a incrementos desmesurados, como el que ahora se presenta, para un suministro de carácter básico como este, sino que además nos vemos colmados de razones para poner año tras año en entredicho la engañifa del “déficit tarifario”.

     Al respecto, queremos una vez más recordar cómo la Comisión Nacional de la Energía ha sugerido que algunos de los costes eléctricos presentados por las empresas están hinchados y reclamaba como regulador una revisión en profundidad de las distintas partidas. Lamentablemente las eléctricas se siguen saliendo con la suya y sigue estando pendiente aquello que la CNE pidió, es decir, revisar las partidas de retribución de los costes de las actividades reguladas del sistema eléctrico, los relativos al transporte y distribución. Estos son en definitiva los costes que permiten a las eléctricas justificar ese desfase entre ingresos y costes, y dan amparo a esa argucia del déficit tarifario.     

El incremento actual se suma a la subida del año pasado, en torno al 8% además del incremento del IVA del 16 a 18% que también se registraba. Lamentamos por tanto a este respecto la falta de control y sensibilidad por parte del ejecutivo, que ante la presión de las compañías suministradoras, está consintiendo y está justificando que arbitrariamente se eleve el precio de servicios y suministros de carácter básico sin sensibilizarse por la pérdida de valor adquisitivo de las familias.

La Unión de Consumidores reclama una vez más una profunda revisión sobre el mercado eléctrico en nuestro país y sobre los costes de la energía en general, una reflexión en la que debemos y queremos participar los legítimos representantes de los usuarios, que no entiende cómo su recibo crece constantemente para costear el fracaso de una política energética que simultáneamente prima el carbón, el fomento de las energías renovables y le paga las centrales nucleares a nuestros vecinos franceses, país del que compramos la electricidad de la que somos deficitarios.