Decálogo del consumidor en rebajas (07.01.10)

  • 1. Es muy conveniente comprobar en los establecimientos los artículos y sus precios, para comprobar cuáles son aquellos descuentos que interesan y si realmente se lleva a cabo la reducción.
  • 2. Para evitar comprar de manera impulsiva es muy aconsejable realizar una lista de aquello que se necesita o se quiere adquirir.
  • 3. En las prendas de vestir hay que comprobar la talla, la composición y las instrucciones de lavado y planchado. En los productos perecederos, no hay que olvidar mirar la fecha de caducidad o consumo preferente. Y en los pequeños electrodomésticos es fundamental saber si se siguen fabricando, ya que de lo contrario puede ser un problema a la hora de encontrar recambios. Y no olvidar nunca que las instrucciones de uso deben estar completas y redactadas en castellano.

  • 4. Es cierto que los comerciantes no tienen la obligación de devolver ningún artículo a no ser que éste esté defectuoso, pero si durante el año un establecimiento anuncia que admite devoluciones, tendrá que aceptarlas también en época de rebajas salvo que señale expresamente lo contrario de forma clara y visible.

  • 5. De igual manera siempre es bueno preguntar al encargado del local si las devoluciones se cambian por dinero, por la entrega de otro producto o por vales. Si el comerciante anuncia que devuelve el dinero en efectivo, debe hacerlo.

  • 6. El producto adquirido antes de las rebajas y devuelto en este periodo puede ser una trampa: los establecimientos tienen la obligación de rembolsar el precio que el artículo tenía cuando fue comprado.

  • 7. Cuando un establecimiento luce el distintivo de que acepta pago con tarjeta, debe aceptarlo siempre, salvo que se indique de forma bien visible que queda excluido en época de rebajas.

  • 8. Los comerciantes no pueden anular la garantía de un producto con la excusa de que está rebajado.

  • 9. La etiqueta debe contener el precio anterior a las rebajas y el precio rebajado.

  • 10. No olvide exigir y guardar el ticket de compra por si surge algún problema e incluso es muy útil conservar la publicidad ya que tiene valor contractual.