ÍNDICE DE PRECIOS EN ORIGEN Y DESTINO DE LOS ALIMENTOS (IPOD) OCTUBRE 2010

  • El IPOD general alcanzó un 4,54, casi un punto (0,78) más que en septiembre;  el IPOD agrícola se situó en 4,83, y el ganadero lo hizo en un 3,14.
  • El consumidor paga entre dos y nueve veces más que el precio que cobran ganaderos y agricultores.
  • El melón, las aceitunas y la sandía, entre los productos que alcanzaron mayor diferencial entre el precio de origen y el de destino.

Madrid, 3 de noviembre de 2010. El Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos del mes de octubre arroja el primer repunte desde junio en el aumento del precio de los alimentos. Así, en términos generales, los precios que encontró el consumidor resultaron ser 4,54 veces su precio en el campo  (0,78 más que en el mes pasado). Esta tendencia pone de manifiesto cómo el augurio de los responsables de las superficies alimentarias –ayer, UCE respondía a una posible subida de la cesta de la compra prevista por los responsables del sector para primeros de año– empieza a hacerse realidad.

Durante el mes de octubre aquellos consumidores amantes de la fruta vieron como su bolsillo hacía aguas cuando se decantaban por incluir alimentos como el melocotón, la naranja, el limón, la sandía y el melón en la cesta de la compra. Estas frutas han sido junto a las aceitunas, el repollo y la berenjena los alimentos que más veces vieron incrementado su precio antes de llegar a la mesa de los ciudadanos. Así, el melón multiplicó su precio por 9,23 veces, un 823% más que el dinero que recibió el agricultor. Las aceitunas (8, 08), la sandía (7,9), la naranja (7,41), el repollo y el limón (7) y la berenjena (6,47) le van a la zaga.

Sin embargo, no hay que olvidar a los farolillos rojos de este indigesto ránking; una importante variedad de alimentos que multiplican su precio entre dos y cinco veces de manera muy similar a los datos arrojados durante el mes pasado; la mayoría, hortalizas (calabacín, alcachofa, brócoli, zanahoria, pimiento rojo y lechuga), y alguna que otra fruta más: mandarina, nectarina o papaya.

En resumen, el IPOD agrícola aumento un 0,89 respecto al mes de septiembre.

Más comedidas son las subidas que experimentan los productos procedentes de la ganadería, cuyo índice ha aumentado un 0,05 (3,14) con respecto a los datos de septiembre (3,09). Todos los alimentos del sector ganadero analizados en el IPOD experimentaron un incremento en el diferencial entre el precio de origen y el de destino con respecto al mes anterior, exceptuando la ternera y la leche de vaca, cuyo precio ha dejado de aumentar un 23% y un 30%, respectivamente.

Al llegar a la mesa, el cerdo multiplicó casi por cinco su precio de origen (4,82). Le sigue la ternera (4,66), el conejo (2,99), la leche de vaca (2,70), el pollo (2,55), los huevos (2,47) y el cordero (1,81).

Pese a que la tendencia de los últimos dos años ha sido a la baja, los datos de este mes de octubre cumplen con unos pronósticos fatales para el consumidor. Las grandes superficies habían previsto, recientemente, un encarecimiento de la cesta de la compra. Tal y como informó El Periódico, los responsables de las cadenas de súper e híper asumía que el descenso de precios iba a detenerse, si no se había detenido ya, y que en el año próximo se darían “pequeños repuntes”.

Una vez más se muestra como el comercio alimentario continúa dando síntomas de un mercado poco equitativo, en el que agricultores, ganaderos y consumidores cargan sobre sus bolsillos los beneficios que van a parar a la distribución

UCE insiste en esta iniciativa, enmarca dentro de un acuerdo de colaboración con COAG y CEACCU, con el objetivo de establecer estrategias conjuntas que acaben con el desequilibrio existente en el mercado de productos agrarios, dominado por la gran distribución comercial. Las tres organizaciones mantienen que es imprescindible conseguir un mercado agrario transparente en el que los agricultores reciban precios justos por sus productos y los consumidores puedan adquirirlos a precios razonables y asequibles.

UCE, COAG y CEACCU reiteran su compromiso por una alimentación libre de prácticas especulativas. Además, consideran necesario abrir un proceso de diálogo y negociación donde estén representados consumidores y agricultores para plantear nuevas líneas de actuación en este sector.

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