La letra pequeña del 52% de anuncios de televenta es ilegible,informe del Consejo Audiovisual.

Sevilla, octubre de 2010.El Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA) ha realizado un informe sobre la legibilidad de los mensajes informativos escritos, tanto estáticos como móviles, que aparecen sobreimpresionados en los mensajes publicitarios de televisión. Los resultados de este informe revelan que el 52% de los anuncios de televenta que insertan sobreimpresiones estáticas presentan dificultades para ser leídas por el espectador en circunstancias normales de visionado.

Las sobreimpresiones estáticas detectadas como ilegibles hacen referencia a cuestiones fundamentales en la decisión de compra: características del producto o servicio (22,1%), precio (20,9%) o condiciones de las ofertas (6,5%). El porcentaje de ilegibilidad se sitúa en el 16% en el caso de los anuncios convencionales o spots.

Para la realización de este informe, el primero que se hace en España de estas características, los servicios técnicos del CAA visionaron 24 horas completas de emisión de cuatro operadores pertenecientes al ámbito nacional, autonómico y local. En total, se ha analizado la letra pequeña de 1.461 anuncios (1.404 spots y 57 espacios de televenta), lo que se traduce en el examen de 7.400 sobreimpresiones de carácter estático y 187 móviles o en scroll.

Los resultados de este informe revelan también que el 39% de los spots con sobreimpresiones móviles son ilegibles, y lo mismo ocurre en un porcentaje muy similar (40%) de los anuncios de televenta.

Los motivos más frecuentes por los que el mensaje escrito estático es ilegible son el tamaño de la letra (42%) y el formato –color de la letra respecto al fondo, perfilado o bajo contraste (33%). En las sobreimpresiones móviles también es el tamaño de los caracteres el primer motivo que la hace ilegible, seguido de la velocidad a la que se pasa el mensaje por la pantalla.

Metodología

El CAA ha analizado la observación de estos anuncios en unas condiciones consideradas como óptimas para el correcto visionado, como la utilización de una pantalla plana de televisión LCD de 27 pulgadas, a una distancia de unos 90 centímetros de los analistas y en condiciones de buena iluminación. Todas las grabaciones fueron visionadas por dos técnicos distintos –ambos con nivel superior de estudios, con buena capacidad de lectura y sin problemas de visión-.

Las sobreimpresiones se han considerado ilegibles cuando los dos técnicos que han realizado el visionado han coincidido en que no permanecían en la pantalla el tiempo suficiente para poder ser leías en el caso de las estáticas, o la velocidad de desplazamiento del scroll era excesivo, en el caso de los mensajes móviles.

También se ha señalado como ilegible la sobreimpresión cuando el tamaño de la letra era excesivamente pequeño o cuando algún elemento visual, como el logotipo de la cadena u otra sobreimpresión, cubría parcialmente este mensaje. Y se han tenido en cuenta, asimismo, cuando las características formales del texto (mismo color que el fondo, bajo contraste o ausencia de perfilado) lo hacían difícilmente distinguible del resto de la pantalla.

 

Reunión de trabajo con las asociaciones de consumidores

Durante la mañana de hoy, el CAA ha mantenido un encuentro de trabajo con el presidente de la Unión de Consumidores de Andalucía (UCA-UCE), Juan Moreno, Pía Jakobsen, del gabinete de comunicación de la Facua y María José Gómez, del gabinete de comunicación de Al-Andalus, en el que se les ha trasladado este informe.

En esta reunión se ha acordado impulsar de forma conjunta la elaboración de un código de autorregulación para anunciantes y operadores de televisión con el objetivo de que estas sobreimpresiones cumplan unos parámetros mínimos que garanticen su adecuada comprensión y lectura por parte de todos los públicos.

Hasta la fecha, este tipo de compromisos se han suscrito en escasas ocasiones y de forma sectorial. Es el caso de la asociación Cerveceros de España, la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE) o la Fundación para la Investigación del Vino y Nutrición (FIVIN), que han elaborado códigos en los que se establece el tamaño mínimo de la letra y el tiempo mínimo de exposición en pantalla, entre otras características formales que garanticen la legibilidad de los textos sobreimpresos.