Almería, 18 de junio de 2010.Esta mañana, la Unión de Consumidores de Andalucía ha criticado duramente algunas de las medidas que el Gobierno de la Junta ha anunciado para paliar la crisis. Aunque, con matices, en líneas generales la federación de consumidores se muestra de acuerdo con el incremento del Impuesto sobre la Renta de la Personas Físicas (IRPF) de las rentas altas y con la reducción del gasto público, considera que hay otras iniciativas que rechaza absolutamente y de las que exige más detalle en su definición.
El presidente de la Unión de Consumidores de Andalucía, Juan Moreno, ha indicado que muchas de estas medidas “incidirán directamente en la capacidad adquisitiva de muchos consumidores” por lo que “es incomprensible que no se cuente con los representantes legítimos de los consumidores para salir de esta crisis y discutir determinados aspectos”.
Moreno ha mostrado su disconformidad con el llamado “céntimo sanitario” ya que “no se trata de una medida progresiva y al ser una tributación indirecta tendrán que asumirla tanto las rentas altas como las bajas”. Además, la puesta en marcha de esta propuesta se podría traducir en otra subida de precios que, unida al aumento del IVA, “va a tener consecuencias desastrosas para la capacidad adquisitiva de los consumidores” y, por tanto, para la reactivación del consumo.
El presidente de la Unión de Consumidores de Andalucía también ha criticado el cobro por las bolsas de plástico porque “es una imposición realizada al margen de los procesos de negociación y concertación en materia de gestión de residuos” y carece de cualquier tipo de argumentación medioambientalmente sustentada.
Moreno también criticó la falta de concreción con la que la medida se ha anunciado y que afecta sobre todo a cuestiones básicas de la figura tributaria. Así, el representante de los consumidores se ha preguntado quién va a ser el sujeto pasivo en el pago de las bolsas de plástico, los sustitutos o el devengo. “De llevarse a cabo, esta medida debería concretarse más ya que todas las situaciones no son iguales y si se trataran así darían lugar a flagrantes injusticias”, indicó.
La Unión de Consumidores considera que cobrar 10 céntimos por bolsa es un impuesto indirecto al consumo, lineal, que no tiene en cuenta criterios de capacidad contributiva y que se ha diseñado bajo parámetros exclusivamente recaudatorios y no ambientales. “Con toda seguridad, la ausencia de concertación, interlocución y diálogo con los agentes socioeconómicos afectados no es lo más razonable en un momento de crisis que parece justificar lo indefendible y en el que todos estaríamos dispuestos a asumir cuotas de corresponsabilidad”, apostilló Moreno.
El presidente de la Unión de Consumidores de Andalucía, Juan Moreno, ha indicado que muchas de estas medidas “incidirán directamente en la capacidad adquisitiva de muchos consumidores” por lo que “es incomprensible que no se cuente con los representantes legítimos de los consumidores para salir de esta crisis y discutir determinados aspectos”.
Moreno ha mostrado su disconformidad con el llamado “céntimo sanitario” ya que “no se trata de una medida progresiva y al ser una tributación indirecta tendrán que asumirla tanto las rentas altas como las bajas”. Además, la puesta en marcha de esta propuesta se podría traducir en otra subida de precios que, unida al aumento del IVA, “va a tener consecuencias desastrosas para la capacidad adquisitiva de los consumidores” y, por tanto, para la reactivación del consumo.
El presidente de la Unión de Consumidores de Andalucía también ha criticado el cobro por las bolsas de plástico porque “es una imposición realizada al margen de los procesos de negociación y concertación en materia de gestión de residuos” y carece de cualquier tipo de argumentación medioambientalmente sustentada.
Moreno también criticó la falta de concreción con la que la medida se ha anunciado y que afecta sobre todo a cuestiones básicas de la figura tributaria. Así, el representante de los consumidores se ha preguntado quién va a ser el sujeto pasivo en el pago de las bolsas de plástico, los sustitutos o el devengo. “De llevarse a cabo, esta medida debería concretarse más ya que todas las situaciones no son iguales y si se trataran así darían lugar a flagrantes injusticias”, indicó.
La Unión de Consumidores considera que cobrar 10 céntimos por bolsa es un impuesto indirecto al consumo, lineal, que no tiene en cuenta criterios de capacidad contributiva y que se ha diseñado bajo parámetros exclusivamente recaudatorios y no ambientales. “Con toda seguridad, la ausencia de concertación, interlocución y diálogo con los agentes socioeconómicos afectados no es lo más razonable en un momento de crisis que parece justificar lo indefendible y en el que todos estaríamos dispuestos a asumir cuotas de corresponsabilidad”, apostilló Moreno.