Andalucía, 28 de octubre de 2013. A lo largo de los años de crisis y, motivado por la concentración de entidades financieras producido por el proceso de absorciones o fusiones bancarias, los usuarios vienen asistiendo a una importante merma en la calidad de atención al cliente de diferentes sucursales. En este sentido, hemos visto como han sido miles las sucursales que han cerrado en todo el territorio andaluz. Ello ha originado diferentes problemáticas con una deficiente atención a los clientes.
En base a ello, son habituales y frecuentes las colas en las cajas de las entidades financieras, originando una pérdida de tiempo importante a los usuarios. Igualmente, las colas también se producen en cajeros automáticos de algunas de las sucursales ubicadas en las calles más concurridas de las ciudades.
Este cierre de sucursales origina especiales problemas en pequeñas localidades donde los desplazamientos para realizar este tipo de gestiones se convierten en kilométricos al tener que ir a otra localidad para realizar gestiones financieras. Ello, imposibilita la realización de estas actuaciones para personas mayores habida cuenta de las dificultades de movilidad con el que cuentan o de sus dificultades para acceder a vías telemáticas. .
En el capítulo de Cajas de Ahorro se ha producido en nuestra Comunidad Autónoma un efecto adicional que es el desarraigo local y territorial. Por ello, no han sido pocas las veces en la que clientes de diferentes Cajas de Ahorros muy consolidadas en Andalucía nos han señalado que son vistos como extraños en sus entidades de toda la vida.
Todo esto contrasta con los beneficios que en estos días se están anunciando por parte de las entidades financieras que no conllevan un aumento de las plantillas de trabajadores, sino todo lo contrario. Mientras se ha producido un importante rescate bancario que ha conllevado la salvación de muchas entidades financieras, éstas no están teniendo una mayor concienciación social que conlleve una contratación de personal para atender bien a los clientes y un inicio de la concesión de créditos.
Desde la Unión de Consumidores aconsejamos reclamar por escrito, mediante hojas de reclamaciones, en las entidades financieras con el fin de dejar constancia de la queja existente y valorar el posible cambio hacia otras entidades financieras que traten de mejor manera a sus clientes.