La Calidad y la Seguridad en las Instalaciones WiFi
La calidad de una instalación viene determinada, básicamente, por dos variables: La calidad de los equipos y tecnologías empleadas y la calidad de la mano de obra aplicada a la realización de la instalación. Tan importante es que los equipos y materiales sean los más adecuado como que los técnicos que efectúan el diseño y ejecución de la instalación tengan la capacidad, los medios y la aplicación adecuada para efectuar una buena instalación.
Por ello, para que el resultado final cumpla las expectativas del consumidor, tendremos que contar con un diseñador del sistema con cualificación técnica contrastada y suficiente para ello. Hay que tener en cuenta que el diseño constituye un paso fundamental, ya que es preciso hacer un diagnóstico preciso de las necesidades del usuario, la dimensión que debe tener el sistema, la definición de los equipos necesarios y su ubicación, sus posibles interacciones con redes colindantes y la capacidad de ampliación cuantitativa y cualitativa del mismo en función de la incorporación de nuevas utilidades o tecnologías.
Fallar en este punto puede suponer que el desembolso posterior en equipos y labores técnicas resulte inadecuado y desaprovechado. Por ello, la adecuada elección del profesional o empresa que deba efectuarlo constituye una clave para el éxito de las expectativas del usuario. Por nuestra parte no vamos a entrar en cuál debe ser la cualificación o la formación más idónea para la elaboración de este proyecto, ni en la conveniencia o no de su sometimiento a algún sistema de visado profesional. Sí debemos, en cualquier caso, traer a colación el riesgo subyacente en la contratación de personas o empresas no cualificadas en base a ofertas económicas especialmente ventajosas que posteriormente se revelen como carentes de solvencia, por lo que sería conveniente exigir, cuando menos, la acreditación de una titulación y especialización relacionada con este tipo de sistemas.