Hace casi veinticuatro años que el primer PC llegó a nuestras vidas, y ya se ha convertido en una herramienta indispensable, tanto en el ámbito laboral como personal. Los primeros profetas en la materia vaticinaron 80 millones de equipos vendidos a finales del siglo XX. En la actualidad la cifra ha superado los 500 millones en todo el mundo.
Y es que la evolución del mercado informático nos ha cambiado los hábitos de vida. Al principio sólo esperábamos de nuestro ordenador que funcionara, nos procesara textos y hojas de cálculo y que pudiésemos jugar al “comecocos” de vez en cuando. Hoy por hoy, un ordenador personal puede ejecutar casi lo que se le pida, desde el tratamiento de textos de toda la vida hasta el manejo domótico de nuestra casa, pasando por el retoque e impresión de fotografía digital o el ponernos en contacto vía E-mail con cualquier persona en el mundo.
No obstante los vientos están cambiando, las innovaciones tecnológicas, el diseño e incluso la moda han entrado a formar parte del criterio de selección a la hora de comprar un nuevo equipo, y es que como la lavadora, el lavavajillas o la televisión, el ordenador es ya un electrodoméstico casi indispensable en nuestros hogares.