UCA-UCE considera insuficiente la nueva normativa de clasificación de productos financieros

UCA-UCE INVERSIONES

Sevilla, 5 de noviembre de 2015.  La Unión de Consumidores de Andalucía (UCA-UCE) considera positiva pero insuficiente la Orden ECC/2316/2015, publicada hoy en el BOE, y que viene a regular las obligaciones de información y clasificación de productos financieros. Esta Orden, que entrará en vigor en el próximo mes de febrero, obligará a las entidades a entregar a sus clientes un indicador de riesgo que les permita elegir los productos de ahorro e inversión que mejor se adecuen a sus necesidades.

De esta forma, el consumidor antes de llevar a cabo una inversión deberá ser informado por parte de su entidad financiera del nivel de riesgo de dicho producto, bien a través del color, dentro de una gama de 6 colores que cada uno representa un nivel de riesgo, desde verde, bajo riesgo, hasta rojo, riesgo alto. Esta clasificación muy similar a la etiqueta de eficiencia energética, podrá ser sustituida por un código numérico que oscilara del 1 al 6.  Esta asociación entiende que esta sustitución desvirtúa la claridad y transparencia que puede aportar el gráfico de la etiqueta, y que es  necesaria para que el consumidor conozca las características y riesgos del producto.

Además, considera que se debería haber incluido la participación de un tercero imparcial, como son las asociaciones de consumidores y usuarios, para revisar la redacción de la información y documentación entregada al cliente y validar que el cliente/consumidor es consciente y está debidamente informado, especialmente cuando se trate de productos de Clase 3 o superior, que son los clasificados de mayor riesgo.

UCA-UCE  entiende que se podía haber aprovechado esta Orden para regular la información escrita que se facilita al usuario, en cuanto a redacción entendible para un consumidor medio no conocedor de productos financieros, tamaño de letra adecuado y una primera hoja de resumen de los contenidos, explicando las características del producto y riesgos.

Cabe recordar que la nula o deficiente información facilitada a los consumidores, ha generado multitud de reclamaciones y demandas judiciales (preferentes, acciones) contra las entidades financieras por la pérdida de los ahorros de muchos ciudadanos. Por lo tanto, y con el objetivo de evitar que vuelva a producirse estas situaciones, hay que establecer todas las medidas necesarias para garantizar que los clientes de los servicios financieros disponen de una información veraz, suficiente y comprensible de los servicios de inversión y su nivel de riesgo.