UCA-UCE critica con dureza a las tres administraciones por la crisis de los pepinos contaminados.

  •  La falta de transparencia en el mercado vuelve a poner en cuestión la Seguridad Alimentaria.

 

31 de mayo de 2011. Una vez más la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, el Gobierno de España y la Comisión Europea han dado la espalda a los derechos e intereses de los consumidores y usuarios, al no ofrecer información a los mismos en la línea de una mayor garantía y mejor protección de los mismos.

     El déficit informativo existente en los recientes fraudes de productos tan importantes y autóctonos –desde las perspectivas cultural, alimentaria y económica– como lo son el jamón y el aceite de oliva, se reproduce en el lamentable caso de los pepinos. Puede ser que todo obedezca a estrategias comerciales de los mercados e incluso a intereses políticos, pero detrás de todo existe un valor más esencial. Se trata de la salud de los consumidores que se ha puesto en peligro y que está en entredicho debido entre otros aspectos a la falta de claridad y transparencia informativa que en estos casos es fundamental.

     Salud, alimentación y economía son elementos esenciales en una sociedad de consumo en crisis como la actual, en la que debemos protegerlos de forma prioritaria frente a cualquier posible injerencia o trasgresión de quienes pretendan lucrarse a costa del engaño. Así, el fraude no sólo afectaría a unos consumidores y usuarios indefensos ante una información objetiva, sino a toda una comunidad autónoma como Andalucía que asiste a cómo sus principales bastiones económicos y de su Producto Interior Bruto son amenazados.

     Es cuestión de no atisbar ningún tipo de hundimiento de estos ámbitos claves en la Economía andaluza y para ello es necesario que el poder político, gobierno y oposición tomen conciencia de los temas que deben ser cuestiones de estado para Andalucía y poner freno a los envites que venimos padeciendo a este respecto y recibiendo en estos días.

     La Unión de Consumidores de Andalucía destaca su sorpresa porque a estas alturas no haya quedado perfectamente determinado el foco del problema y se siga poniendo el énfasis en la defensa de los intereses comerciales de los productores mientras los consumidores –europeos, españoles y andaluces– siguen sin saber qué es lo que ha pasado, dónde, cómo y con qué alcance, encontrándose absolutamente indefensos y desconcertados en una maraña de intereses económicos que en modo alguno pueden estar por encima de su salud.

     De este modo, y en tanto que no se actúe con absoluta transparencia y eficacia, difícilmente se va a poder recobrar la confianza de los mercados y de la ciudadanía, muy tocada tanto por las graves consecuencias de este episodio, como por la incapacidad de las administraciones para dar una respuesta adecuada –una vez más– a una crisis alimentaria desatada en relación a una producción y comercialización aparentemente controlada en todas sus fases mediante elementos de trazabilidad que debieran propiciar una mayor eficiencia en los mecanismos de respuesta.

     Para la Unión de Consumidores de Andalucía, en aras al principio de precaución, deben adoptarse con diligencia las medidas oportunas para la no comercialización del producto coincidente con los lotes implicados. Aclarando de paso, si se trata de un lote de pepinos específico y que no haya ningún caso asociado a este brote en España. A los ciudadanos, por su parte, les pedimos que estén atentos a las recomendaciones que emitan las autoridades sanitarias y de consumo en relación con esta alerta y, en cualquier caso, tomen las precauciones habituales en el consumo de verdura cruda lavándola repetidas veces, siendo además recomendable quitar la piel.