Andalucía, 26 de febrero de 2013. A raíz de la detección de carne de caballo en las hamburguesas comercializadas por algunas marcas blancas distribuidas en nuestro país y donde la analítica detectaba la presencia de ADN de equinos la Unión de Consumidores de Andalucía ha solicitado a la senadora Fuensanta Coves, senadora del PSOE presente en la Comisión de Agricultura de esa cámara, que exija la comparecencia del ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, para que explique con datos e informes la situación real, garantice que no hay peligro y traslade a la ciudadanía una información clara y tranquilizadora.
Y es que países como Alemania ya han anunciado un Plan más estricto incluso que el europeo para atajar el escándalo de la presencia de carne de caballo en alimentos precocinados, que va más allá de la propuesta de la Comisión Europea. Sin embargo, en España no conocemos aún el plan de medidas a adoptar, desconociéndose, para alarma de los consumidores, si los casos a la fecha descubiertos son representativos del alcance de este escándalo o si se trata sólo de la punta de un iceberg de dimensiones inimaginables .
La situación está poniendo de manifiesto la comisión de un claro fraude al consumidor al venderse hamburguesas o pastas rellenas en cuyo etiquetado no se indican sus ingredientes reales. La Unión de Consumidores tiene muy presente que a través del Real Decreto 1334/1999 de 31 de julio, por el que se aprueba la Norma General de Etiquetado, Presentación y Publicidad de los Productos Alimenticios, se establece la obligatoriedad de indicar la lista de ingredientes con los que se elabora un producto, exigiendo también esta normativa que se indique el porcentaje o categoría de ingredientes utilizados en la fabricación o preparación de un producto alimenticio, siempre que el mismo sea esencial para definir dicho producto y para distinguirlo de otros con los que se pudiera confundir.
Además, a todas estas situaciones de desconcierto se han sumado las recientes declaraciones de Arias Cañete que contradictoriamente llegó a asegurar que en nuestro país no había productos detectados con carne de caballo sin etiquetar, sin que hayan hecho públicos los informes correspondientes tal y como se le ha solicitado reiteradamente desde diversos sectores. Un posicionamiento ministerial que se ha llegado a computar como una irresponsabilidad al negar que se haya detectado este fraude en España, sin aportar previamente los datos sobre los estudios de los que “supuestamente dispone”, ocultando información a las asociaciones de consumidores y usuarios para deliberadamente quizás proteger ante todo en este caso, a la industria alimentaria infractora.
Con la comparecencia que la Unión de Consumidores ha solicitado a Coves que tramite, la organización cree necesario comprometer al Ministerio en reponer la confianza de los consumidores así como en articular un plan de acción para el estado español orientado a mejorar los controles sobre los alimentos, obligar a los distribuidores a informar de cualquier anomalía detectada en sus productos y elevar contundentemente las sanciones legales a los defraudadores a nivel económico y también penal.