- La normativa obliga a que los comercios que publiciten rebajas ofrezcan descuentos en más de la mitad de sus productos.
Sevilla, 30 de junio de 2011.La Unión de Consumidores de Andalucía ha remitido sendos escritos a las direcciones generales de Consumo (Consejería de Salud) y Comercio (Consejería de Turismo, Comercio y Deporte) en los que solicita que se intensifiquen las inspecciones que se llevarán a cabo durante el periodo de rebajas, sobre todo, en las grandes tiendas. Cada año, la federación de consumidores lleva a cabo un estudio de campo en importantes firmas comerciales durante la primera quincena de rebajas para comprobar el grado de cumplimiento de la normativa vigente en materia de rebajas.
Uno de los incumplimientos más extendidos es la ausencia de artículos rebajados a partir de la tercera semana de rebajas, cuando la normativa obliga al comercio a que tenga, al menos, el 50%. Además, los incumplimientos e irregularidades que se reiteran año tras año en los grandes comercios tienen que ver con el etiquetado confuso en las prendas –en muchos casos inexistente– que impide la comprobación de datos básicos como el precio anterior y el rebajado. También es muy recurrente la separación indefinida entre los productos de nueva temporada y los rebajados y, en multitud de ocasiones, el uso de los reclamos falsos, utilizando carteles que ofertan un porcentaje de descuento o precio rebajado que no se corresponde con el precio etiquetado en el producto.
En años anteriores, la Unión de Consumidores ha podido comprobar cómo existen comercios que, publicitando rebajas, no las ofrecen en el interior, o establecimientos que utilizan otros idiomas en las ofertas que anuncian, como son el inglés y el francés. Además, a partir de la tercera semana de rebajas apenas existen los descuentos y los artículos se confunden con los de la nueva temporada, incumpliendo de manera flagrante la normativa vigente.
Por todo ello, la Unión de Consumidores de Andalucía ha solicitado a las direcciones generales de Consumo y de Comercio que intensifiquen las inspecciones y las sanciones a las grandes empresas ya que esta situación, no sólo afecta directamente a los consumidores finales, sino que también redunda en cierta competencia desleal dañando al pequeño comercio andaluz.