UCA-UCE pide a las administraciones públicas competentes un mayor control de la venta ambulante ilegal durante esta Navidad, especialmente a los ayuntamientos

venta ambulante ilegal UCA-UCE

Andalucía, a 28 de Noviembre de 2014. Se acerca la Navidad y en las calles ya se aprecia que los comercios se preparan para estas fechas. Pero no sólo los comercios habituales van a comenzar su campaña de promociones y a reforzar su oferta. La venta ambulante también aprovecha estas fechas y es casi imposible pasear por el centro de nuestros pueblos y ciudades sin tropezarnos  con este tipo de comercio, que no siempre es legal ni cumple con las debidas garantías para las personas consumidoras. Por ello, desde la Unión de Consumidores de Andalucía pedimos a las administraciones públicas competentes, y especialmente a los ayuntamientos, más inspecciones y controles para atajar este tipo de actividad. Ya a principios de septiembre tuvimos conocimiento de diferentes intervenciones policiales contra la venta ambulante ilegal y nos gustaría que estas iniciativas se reforzaran en la campaña comercial navideña.

Desde UCA-UCE también solicitamos a la ciudadanía total intolerancia hacia la venta ilegal, que no garantiza nuestros derechos como consumidores o usuarios a la hora garantizar estándares mínimos de calidad, seguridad y salubridad, sobre todo en el caso de productos alimentarios, y que hace prácticamente imposible la interposición de reclamaciones. Particularmente este año queremos recordar que no existen garantías de que los productos textiles o de marroquinería que se adquieren en la venta ilegal hayan pasado ningún tipo de control, lo que puede dar lugar a problemas indeseables (alergias, destintados…).

En cuanto a la venta ambulante legal, también recomendamos no realizar grandes desembolsos ya que en tiendas de vida efímera (que sólo funcionan en Navidad por ejemplo) las reclamaciones o las devoluciones son más dificultosas.

Además, creemos que está también en mano del consumidor no contribuir a la competencia desleal y a la economía sumergida,  tan perjudiciales para los comerciantes honrados y para la sociedad en general.