Andalucía, 11 de noviembre de 2010. El director general del Foro Interalimentario, José Ignacio Arranz y el presidente de la Unión de Consumidores de Andalucía, Juan Moreno han presentado hoy en Sevilla la primera de las actuaciones conjuntas que ya concertaron en el convenio firmado el pasado mes de julio. Se trata de un suplemento extraordinario de la revista Sucede –deduce–, que edita la Unión de Consumidores.
Bajo el título “Mitos y realidades sobre la cadena de valor agroalimentaria” se recoge una publicación que aborda la llamada “cadena de valor” desde la perspectiva del productor y el consumidor, tratando de esclarecer una serie de dudas, “leyendas” o “falsos mitos” que no hacen sino confundir al consumidor –que termina adquiriendo productos no tan recomendables o necesarios-.
Y es que los consumidores se siguen preguntando a qué cuestiones responde la formación de precios o cualidades de los alimentos, unas dudas que muchas veces los alejan peligrosamente de la realidad. En este sentido, José Ignacio Arranz, director general de Foro Interalimentario incidió en que, con esta publicación, el Foro Interalimentario aporta una visión objetiva y contrastada frente a muchos tópicos instalados en la percepción social. En la cadena de valor cada eslabón debe, precisamente, añadir valor: añadir algo que al eslabón anterior no le tocaba aportar o no podía aportar. Nuestra cadena de valor es eficiente y sostenible cuando se prescinde de todo lo que no añade un valor real percibido por el consumidor. Para ello, éste debe ser el centro de todas nuestras decisiones. Hay que desterrar la confusión entre una supuesta pérdida de eficiencia, con problemas sectoriales ajenos al proceso de formación de precios.
El presidente de la Unión de Consumidores de Andalucía, Juan Moreno, incidió en la preocupación de su organización por la evaluación del grado del conocimiento que los consumidores tienen del proceso de formación de la cadena de valor y demandó una información rigurosa y completa sobre los procesos que la conforman en los productos agroalimentarios.
En este sentido, Moreno incidió en diversas cuestiones como los gastos que se tienen en cuenta en el precio final del producto, el conocimiento de los diferentes pasos de la cadena de producción, la diferencia existente entre el producto en origen y destino, si se entiende justo el dinero que recibe el productor y el que paga el consumidor, cómo valoran los consumidores la información del precio del producto y su presentación o qué opinión les merece la cuestión de incluir el precio de origen en la etiqueta donde consta el precio del producto. Moreno exigió “que se impongan criterios justos en la formación de precios y en la remuneración de los distintos agentes que intervienen en la cadena comercial”.
Finalmente ambas partes pusieron de manifiesto la idoneidad de continuar en la línea de interlocución y colaboración entre la industria agroalimentaria y los representantes de los derechos y legítimos intereses de los consumidores.
Deduce..Suplemento extraordinario sobre temas de consumo de especial interés