- La UE advirtió a los países miembros en 2008 del peligro del mercurio en algunos pescados.
- Las cuestiones de seguridad alimentaria no se pueden comunicar exclusivamente mediante notas informativas.
- La ausencia de protocolos eficaces está dando lugar a alarmas y crisis nada deseables.
Sevilla, 30 de junio de 2011.La publicación por los diarios El País y Público de las recomendaciones de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) relativas al consumo de atún, pez espada y algunas verduras por niños y embarazadas ha vuelto a poner de manifiesto graves carencias y la importancia de revisar los mecanismos de comunicación de este organismo y del propio Ministerio de Sanidad y Consumo con las asociaciones de consumidores y usuarios, impidiendo que, cuando se produzcan situaciones que afecten a la seguridad o los derechos de los consumidores se ignore a sus legítimos representantes, las asociaciones de consumidores para canalizar las actuaciones informativas. Ni queremos, ni debemos informarnos de estas situaciones a través de los medios de comunicación.
Si el consumo de estos productos puede resultar tóxico no puede aceptarse de ningún modo que, en primer lugar y puede que por presiones de algunos sectores implicados, pasen tres años desde que la Unión Europea advirtiera a sus países miembros acerca de la presencia de mercurio en algunos pescados.
En segundo lugar, Unión de Consumidores de Andalucía considera que las recomendaciones o advertencias relacionadas con la alimentación y, por ende, con la salud no pueden hacerse mediante notas informativas. En este sentido, tanto la AESAN como el Ministerio de Sanidad –o cualquier otro Ministerio u organismo competente que pudiera verse implicado– deberían informar de manera inmediata a las asociaciones de consumidores que son, tal y como dice la Constitución o el Estatuto de Autonomía andaluz, los representantes legítimos de la ciudadanía en este tipo de cuestiones.
Las cada vez más frecuentes crisis en el sector alimentario están poniendo de manifiesto la absoluta ausencia de protocolos firmes y eficaces de comunicación entre las autoridades competentes y las asociaciones de consumidores dando lugar a alarmas –en muchos casos injustificadas– y provocando, en alguna ocasión, nefastas consecuencias económicas.
Por todo ello, la Unión de Consumidores insta a la AESAN y al Ministerio de Sanidad a que diseñen un nuevo esquema de actuación que no ningunee a las asociaciones de consumidores a la hora de comunicar alertas o recomendaciones, empezando por mantener una reunión con ellas en la que abordar esta y otras cuestiones que han acaecido durante los últimos meses. Adicionalmente, Sanidad debería aclarar ahora, con informes concluyentes si otros productos derivados del atún (en lata, precocinados, etc.) contienen también mercurio ya que, aunque los conserveros no han tardado en posicionarse a favor de sus productos, los consumidores esperan la solvente respuesta de la autoridad competente a la que se le presupone imparcialidad y objetividad.