Andalucía, 18 de enero de 2013. La Unión de Consumidores de Andalucía ha convocado hoy una rueda de prensa con el fin de hacer denuncia sobre una serie de videojuegos que incitan al consumo de drogas a través de las nuevas tecnologías aplicables a los smartphones.
En concreto, se tratan de los videojuegos “Roll a joint”, “El porro perfecto” y “Drug addict”, “Snortlt”, “Snort cocaina” y “Nose candy”.
En los dos primeros casos, las páginas web que anuncian estos videojuegos con el fin de poder ser descargados dan la posiblidad de elegir “la hierba, nivelado, y envolver bastante conseguir su respiración a través del micrófono del teléfono”
En el tercero de los casos de videojuego denunciado, aparte de poder realizar lo anteriormente descrito, pero, según el texto de la página web, el usuario podrá cuidar a un drogadicto desde el teléfono al estilo de los juegos de mascotas pero con un yonqui como protagonista”
En las otras tres aplicaciones, el reclamo para el videojuego es el de consumir cocaína esnifándola. Estos tres casos nos parecen aún más graves que los anteriormente descritos.
En todos los casos se pregunta al usuario si es mayor de edad pero, al margen de la idoneidad y licitud o no de este tipo de contenidos, entendemos que este control es tremendamente sensible de cara al usuario que fácilmente puede engañar, siendo menor de edad, e instalar esta aplicación en su teléfono o en su tableta digital.
Por tanto, desde UCA/UCE consideramos nada adecuados este tipo de videojuegos ya que pueden ser descargados y utilizados por parte de menores de edad con el riesgo de poner en sus manos este tipo de videojuegos que hacen apología del consumo de drogas y que se toman a burla los efectos de las drogas tal y como en el tercero de los videojuegos denunciamos.
Desde la Unión de Consumidores de Andalucía solicitamos una regulación restrictiva en cuanto al uso y las posibilidades de descarga de estos videojuegos, exigiendo una regulación restrictiva al respecto.
Igualmente, insistimos a padres/madres para que estén pendientes del uso que menores de edad tengan de estas aplicaciones en sus teléfonos. Muchos son desconocedores del auténtico riesgo que suponen estas descargas sin efectuar un control educacional por su parte.