Y es que ¿a quién no le resulta atractivo que el café este preparado y caliente de forma automática cuando nos levantemos?. Este hecho, que para algunos puede parecer una nimiedad, para otros puede parecer tremendamente útil, y si además podemos encender nuestra placa vitocerámica o de inducción mediante un SMS para que vaya calentando la comida antes de que lleguemos, o si podemos conectar con nuestro frigorífico a través de la red de redes para saber qué necesitamos comprar, para muchos ciudadanos de esta sociedad que vive tan deprisa la calidad de vida se le puede mejorar de manera considerable.
No obstante es en materia de seguridad y de gestión energética de la vivienda donde la domótica cobra, a nuestro parecer, mayor relevancia. Mediante la aplicación de esta tecnología en nuestros domicilios podremos tener vigilada la vivienda 24h al día a través de cámaras de video, que conectadas a Internet (con una clave de acceso, por supuesto) podrán ser vistas desde cualquier lugar del mundo por el usuario. Igualmente la instalación de sensores de presencia en zonas exteriores (como en el caso de jardines en zonas residenciales) o la automatización de mecanismos como las luces interiores, cortinas o persianas, pueden hacer pensar a posibles asaltantes que la casa es visitada con asiduidad en periodos de ausencia prolongada.
Con respecto a la gestión energética las principales ventajas radican en el ahorro de luz mediante la instalación de reguladores electrónicos de potencia o detectores de presencia en zonas de paso que harán que la luz funcione solo lo necesario en zonas como pasillos. La automatización de tareas mediante programadores y temporizadores hace que podamos usar ciertos electrodomésticos (como lavadora o lavavajillas) en periodos nocturnos, donde la tarifa de noche es más barata con el consiguiente ahorro en la factura mensual.